HUMITOS

Te lo digo en tu idioma

martes, 25 de noviembre de 2008

EL TIEMPO Y YO


El tiempo pasa vertiginoso a mi alrededor
y sin embargo yo, detenida en él, estoy...
nada se termina y todo se transforma.
Eterna la magia que hay aquí, y
locos los ojos que saben mirar.

HUMO

jueves, 13 de noviembre de 2008

HOLOCAUSTO "El tren de la muerte"


El aire fluye difuso en el vagón de la muerte,
se torna irrespirable, asfixia entre los
olores perversos que irradian los cuerpos.
Son almas perdidas, miradas que lastiman.
Es un dolor tan agudo el hambre...
Apretados y erguidos verticalmente,
obligados a mantenerse y a abandonarse
en esa posición porque no sobra espacio,
a fuerza los subieron y ocupan
diez veces más la capacidad del vagón.
Las madres con sus hijas, sus hijos con sus padres,
ahora más que nunca, los une el miedo;
el terror a lo incierto, la temible fragilidad de deshacerse,
la amargura de la desesperanza y el horror
de perderse en si mismos.
Muchos morirán en este viaje,
de pié como los árboles,
otros ya están muertos en vida,
desde hace tiempo,
y otros tantos llegaran a destino,
para gozar las duchas
de Auschwitz.

HUMO

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martes, 4 de noviembre de 2008

ME MARCHO


Te voy dejando atrás, tan decidida.
Con una paz mortal, que te lastima.
Lo siento baby,
perdiste la oportunidad...
Me alejo hoy de tí, sin lagrimear.
Me sobra el aire, para volar.
Lo siento baby,
tu nena te dice chau...
La libertad me espera, ya no hay cadenas.
Nada me ata a tí, la vida espera.
Lo siento baby,
olvídate de mi...
Hoy te bajé el pulgar.

HUMO

EL EXPLORADOR...by Humo.

EL EXPLORADOR...by Humo.
Un mundo por descubrir.

LOS HIJOS

LOS HIJOS
Son la parte más bella de mí...
Los hijos son el único, puro y verdadero e incondicional amor
que existe...


UN DÍA DE FURIA

UN DÍA DE FURIA
Tengo mi temperamento...
Me arrancaste la sonrisa de la cara
a girones, con palabras nauseabundas.
No mediste consecuencias,
poco te importó el impacto de tal acto.
Sentimientos rotos,
dolor agudo y sangrado.
Me quebré por dentro
y afloró la lágrima,
la rabia, la impotencia.
Abriste la puerta equivocada
e invadiste mi espacio
como un ratero,
escupiendo el odio visceral
de tus entrañas
a lo más sagrado, que es, un hijo.
Fué un golpe bajo, inesperado.
Yo, no lo merecía.
Y vos... vos, me das asco!