
Me darás de tus manos,
un manantial de estrellas.
Cuando la luna se apague,
cuando la noche se encienda.
Seré sumisa y dispuesta.
Complaciente y generosa.
Un cúmulo de sensaciones placenteras,
rosándonos la piel,
besándonos el alma.
Y en cada gesto , el fuego
de este amor en llamas,
liberando el nirvana.
Complejidad y misterio.
Dulzura y locura es
nuestro amor manifiesto.
Cuando chocan nuestras bocas
y el sonido del silencio
se alimenta del deseo
que propagan nuestros cuerpos.
Me darás de tus manos,
toda la exquisita savia
que recorre tu insolencia,
que al tocarme se dilata,
se evapora , me calma.
Te encontraré en cada vaivén lujurioso,
y mis ojos no te soltarán
hasta la madrugada,
cuando el cansancio los cierre
y el sueño nos abrace en la cama.
Amaneciendo juntos,
como cada mañana.
HUMO