
Como una gota en el agua...
Te disuelves con la lentitud de las horas dormidas,
aquellas que se arrastran como un caracol herido
en la noche de ausencias.
No es fácil hilvanar tu mirada, se cortan los hilos,
se descose el alma y apenas desnudo tu silencio
tus ojos vacíos no me dicen nada.
Presiento llegar a ti por la tangente, en un soplido,
mil caricias que te abracen y rescaten la esencia.
Eso, que has perdido.
No hay milagros sin amor, ni fuerza, ni esperanza.
Me quedaré acurrucada a ti, en la pendiente,
y si hemos de caer, que sea así.
Como dos trapecistas, sin red...
HUMO