
Intenté. Pretendí sacarte de mi vida.
Y en ese esfuerzo o embate
en la complejidad del querer y hacer
en esa omnipotencia de creerme dueña
me di cuenta, comprendí, que era yo
quien debía correrse de la tuya.
Que ciega estaba, que tonta y que necia.
Perdón por confundirte, por permanecer
atados a lazos infundados.
Te quise, te quiero y te querré
es solo que quisiera amarte y no puedo.
HUMO