Y de pronto sentí que me recorrías
que tu mirada se repartía entre
mis muslos y mis costillas.
Saboreando la sal de mi piel,
que quedó tras tus caricias.
Me bañaste con tu espuma blanca
y yo rendida a tus orillas
me dejé tentar, me dejé llevar...
Y ahogaste poderoso la pena
de mi alma encendiendo preciso
el placer que anhelaba.
Agotada en la arena quedé tan
sorprendida, que éste mar azul
intenso, me amara sin medida.
HUMO
que tu mirada se repartía entre
mis muslos y mis costillas.
Saboreando la sal de mi piel,
que quedó tras tus caricias.
Me bañaste con tu espuma blanca
y yo rendida a tus orillas
me dejé tentar, me dejé llevar...
Y ahogaste poderoso la pena
de mi alma encendiendo preciso
el placer que anhelaba.
Agotada en la arena quedé tan
sorprendida, que éste mar azul
intenso, me amara sin medida.
HUMO
muy bueno, sí señor
ResponderEliminarpasión sublime verbo escrito nos presentas muy bello...
ResponderEliminarsaludos fraternos
hola
ResponderEliminaresta bonicto me gusto
me pone a recordar esos contactos visuales que suceden en cualquier parte
Amar en el mar, mezclarse en el inevitable vaivén de las olas, y cuando el azul lo es todo, no amamos en el mar, el mar nos ama a nosotros....
ResponderEliminarPrecioso.
ResponderEliminarTe incluí en mi sidebar " conoce otros sitios "
Bienvenida de nuevo trás tus vacaciones.
Ya se te echaba de menos :D
El mar amó su piel aquella tarde.
ResponderEliminarUn miau chiquitito