APAGADA

Que mi boca calle, no significa que viva en silencio.
No hace falta decir que estoy triste y apagada.
Además estas tan sordo, que aunque te hablara, se
resbalarían las palabras, como lo hacen las migas del
mantel cuando comes desaforadamente en tu burbuja
egoísta, ajeno a tu alrededor, ajeno a mi, como si nada.
Es tan cruel la soledad y la distancia que enfría al corazón.
A veces pienso, cuando mis ojos se cansan de llorar, en
qué momento la vida nos torció el camino, en qué momento
cambiaste o cambié, o me miré al espejo sin reconocerme.
Es agobiante vivir con un extraño, ya no recuerdo cuando
te fuiste, ya no recuerdo cuándo morí.
Ahora somos dos fantasmas, atravesando las frías paredes
de cal, con la vista perdida en algún tiempo en que
fuimos felices.

HUMO