
Suspendida en el hilo de un reloj sin cuerda,
balanceo mi cuerpo en una hamaca de hermoso sentir.
Mi ser juguetea curioso en la oscilación de tu mirada.
Tu paz, la serenidad de tus labios besándome tiernamente,
el abrazo acogedor de tu cuerpo latiendo conmigo, buscándonos
a ciegas, percibiendo el sonido del gemido amado.
El dulce rocío de la piel desnuda y mis pies posándose en
los tuyos, y mis manos penetrando en el rincón de tu alma
para contenerte, para regalarte un infinito cielo abierto
en el mar de mis caricias.
Amándote asi, por el resto de mi vida.
HUMO
Con este poema publicado hace un par de años y muchos de ustedes no tuvieron la oportunidad quizás de leerlo, me despido por 15 días, tiempo en que el mar me espera para disfrutar en familia.
Los quiero mucho y hasta la vuelta!
=) HUMO